El proyecto Todos los demás nace como una reflexión subjetiva de su autor sobre la ontología de las multitudes. Es decir, se pregunta sobre el sentido del ser de la humanidad como especie, fijándose en las formas en las que se ordena o el papel que cada uno de sus individuos puede  tener dentro de estas formas. Lo hace desde una perspectiva que intenta tomar distancia respecto a un lugar o a un tiempo concreto y que quiere representar las distintas posibilidades de estructuración social que podrían darse en cualquier momento y en cualquier sociedad. 

Estas estructuras, más orgánicas o más rígidas, pretenden ser un medio que posibilite reflexionar sobre la capacidad individual del ejercicio de la libertad cuando, siendo un ser social, se forma parte de alguna de esas arquitecturas indefinibles por su complejidad y que el autor simplifica de forma automática o basándose en ciertos símbolos. En ocasiones realiza una especie de zoom o radiografía en la que también expresa a través del dibujo, el modo en el que se relacionan las partículas de estas multiplicidades a través de puntos interconectados. 

Los dibujos de este proyecto son por tanto, intentos fallidos de definir lo inconmensurable. Cada uno de ellos toma por título el número estimado de habitantes vivos sobre La Tierra en el momento en el que se concluye su ejecución (7.726.015.067 mientras se escribe este texto). Todos los demás es un proyecto esencialmente de dibujo, pero también de instalación, escultura o vídeo y que se continúa desarrollando dentro los medios de Realidad Extendida que actualmente ocupan a su autor. 

Como han hecho otros artistas a lo largo de la historia, José Delgado Periñán se pregunta por el ser con sin dar ninguna respuesta a una problemática que merece ser pensada por todos.