Partiendo de la adolescencia como epítome del cambio, la autora indaga sobre aquellos elementos que condicionan nuestro crecimiento y dan carácter y forma a nuestra identidad. Bidean, que en euskera significa que algo o alguien está en el proceso o en el camino, se ha convertido en un proyecto río que seguirá creciendo y generando su propia identidad junto a estos jóvenes, creando un paralelismo entre las efímeras etapas vitales enfrentadas a los paisajes inmortales, pero vulnerables también en cualquier instante.

Views, 2010-11, de Alberto Salván Zulueta

Observando estampas «clásicas» japonesas observé un binomio en continuo conflicto. Siempre hay presencia humana y siempre hay presencia de naturaleza. Independientemente de quién sea el protagonista, el binomio siempre es una constante: naturaleza (hábitat primigenia) y ciudades (hábitat modelada por el ser humano). Tradición y modernidad. En todo caso dependientes y necesarios entre sí.

En este proyecto me interesa no llegar a fraguar una imagen única, sino mantener la tensión física de la oposición, contraste y yuxtaposición, a través de la unión física de los fotogramas y de su superposición. Un binomio equidistante pero configurado como una sola imagen, en cuya unión, la imagen se aleja de su referente, y el medio y proceso, emergen.

La síntesis de una cultura que permanece equidistante entre la tradición y la modernidad. Un conflicto muy presente en los habitantes del lugar, cuyas aparentes contradicciones y su materialización externa generan gran parte de la visión tópica a la que, los agentes externos, reducimos a sus ciudadanos y su cultura.